Mesopotamia
Provincia de Misiones
Misiones - Argentina
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Misiones - Argentina
Las Cataratas del Iguazú no son las únicas caídas que pueden apreciarse en el paisaje misionero. Alrededor de toda la provincia, la naturaleza dejo su huella y es posible encontrar saltos y caídas de todo tipo, forma y tamaño.
El Salto Encantado, ubicado en la localidad de Aristobulo del Valle, en el centro de la provincia, tiene una caída de más de 60 metros y es uno de los más bellos para visitar.
Otra opción para tener en cuenta es el salto de la Rosa Mística, a 15 kilometros de la ciudad de San Vicente, que propone recorrer la selva misionera en un estado bastatante virgen y natural y donde se puede realizar deportes diversos.
El lugar que mas esta creciendo en importancia turística, pero que aún mantiene características relativamente agrestes, son los Saltos del Moconá, o “el que todo lo traga”, según su traducción de la lengua guaraní. Esta caída es única en el mundo por su corte tan particular y, se encuentra en el centro-este de la provincia.
Los Saltos de Moconá surgen a partir de una falla geológica que forma un “escalón” de 3 kilometros de largo en el medio del mismo río. Llega a tener caídas de hasta 20 metros de altura paralelas a su cauce. Se trata de un fenomeno muy particular, que deja la sensación de un ascensor de agua que sube y baja según el caudal.
Al ser aún poco conocidos, los saltos representan una buena oportunidad para salir del circuito tradicional y disfrutar a pleno de la naturaleza, con muchas actividades, desde los botes que recorren el brazo inferior hasta cabalgatas y caminatas por senderos poco transitados.
La Gruta India, es otra buena opción para pasar un día o varios en medio de la naturalezamisionera.Se trata de antiguas excavaciones que datan de una época muy anterior a la de los jesuitas, en la que un grupo nomade se instaló en las grutas en las margenes del arroyo 3 de Mayo, junto al salto que lleva el mismo nombre.
Allí se pueden apreciar pinturas y numerosos vestigios del desarrollo cultural de quieneshabitaron el área hace tanto tiempo. Además de las cuevas, también hay senderos guiados para realizar caminatas y a la vez es posible disfrutar de la pequeña cascada y del arroyo, que resultan sumamente refrescantes en medio del calor misionero.
En la actualidad las Ruinas San Ignacio Miní es la mejor conservada de las misiones jesuíticasde los siglos XVI y XVII . Alrededor de una plaza central se distribuyen la iglesia, la Casa de los Padres, el cementerio, las viviendas y el cabildo. En la construcción de San Ignacio se empleó la piedra local, el asperón rojo, en grandes piezas. Considerada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en 1984.