San Clemente es el pasaporte cordobés para relajarse y descansar. En esta localidad se encuentran restos de culturas prehispánicas de los Comechingones o Sanavirones. San Clemente también fue posta del Camino Real.

Entre espinillos y pinares, aparecen sus senderos, principales protagonistas de caminatas y otros paseos a caballo o en bici. También, destaca con su centenaria capilla Nuestra Señora de la Merced, construida enteramente en piedra en 1947.

En este pequeño paraje agreste, se asienta el Córdoba Trucha Club, institución de pesca deportiva de truchas pionera en la provincia.

Otro plan imperdible desde San Clemente, es visitar el Parque Nacional Quebrada del Condorito. Habitado por majestuosos cóndores andinos que vuelan a corta distancia de los visitantes, éstos brindan un espectáculo inigualable.

 

Además del avistaje de aves, aquí se pueden desarrollar otras actividades de ecoturismo: recorridos a caballo, cuatriciclos y trekking. 

La Quebrada del Condorito, que da nombre al área protegida, es un profundo cañadón, creado en el año 1996 y tiene una superficie de 37.364 hectáreas, siendo su principal objetivo conservar la biodiversidad y las cabeceras de las cuencas hídricas de la región.

En las profundidades del Parque Nacional corre el río Condorito, que forma profundas lagunas, una de ellas se llama “El baño del Cóndor”, dado que es el único lugar conocido en Latinoamérica donde estos majestuosos animales se bañan y brindan un espectáculo maravilloso.

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