Una caminata por el Parque Nacional Quebrada del Condorito más desafiante y exigente consiste en descender hasta San Clemente, atravesando ríos, arroyos y quebradas, subiendo y bajando cerros en un marco de imponente belleza, penetrando y explorando la singular naturaleza de las sierras cordobesas.

Caminando por la orilla del río y a pocos segundos de perder contacto visual con todo signo de civilización, nos introducimos en un mundo de silencio y grandiosidad pocas veces encontrado.

Caminamos hasta que nos sorprende el atardecer, pudiendo ver al sol recostarse rojizo desparramando su luz sobre las nubes con el ondulado perfil de las Cumbres de Achala. Todavía nos quedará tiempo para seguir disfrutando de una verdadera sinfonía de sensaciones, al observar al legítimo dueño de la Quebrada, el cóndor, que con sus alas desplegadas al máximo nos sobrevuela rasantes. La llegada de la noche nos mostrará un cielo increíble repleto de estrellas y de una luminosidad incomparable.